¡Qué cosas pasan!

La SGAE sigue su particular cruzada para llenar su cartera sin demasiado esfuerzo a golpe de supermegacánones abusivos.

En EE.UU. la ICANN anda pensando en mudarse porque dice estar cansada del intervencionismo del Gobierno Federal.

La Fundación Príncipes de Asturias andan moscas porque alguien ha tenido la ocurrencia de llamar Princesa de Asturias a un coche por sus "grandes dimensiones" y de paso ha registrado un par de dominios para hacerse notar.

Y mientras, al otro lado de los Pirineos - donde empieza Europa, ya saben, - los gabachos están que lo tiran porque su TGV ha sido capaz de batir un nuevo record de velocidad. Una proeza sin paragón y tal y tal... Pues muy bien, oigan.