miércoles, 4 de julio de 2007

Transformers

Ante la falta de ingenio fresco a Hollywood le vuelve a sacar las castañas del fuego la creatividad de las décadas pasadas.

Nos han rescatado recientemente a Batman, Daredevil, X-Men o Spiderman de los cómics de Marvel. Incluso a Hulk. Y ahora nos dan la matraca con los Transformers.

Los Transformers por si alguien aún no lo sabe nacieron para el gran público en 1984 con la proyección de la serie de dibujos animados del mismo nombre para promocionar a los juguetitos japoneses homónimos. Así fue como nacieron Optimus Prime, Megatron y toda la panda de Autobots y Decepticons. Para animar las ventas de unos juguetes sólo superados en aburrimiento al dichoso transbordador espacial de la NASA. Y lo consiguieron, todo hay que decirlo.

La serie, de una simpleza sólo comparable al mecanismo de un palillo, arrasó entre los tiernos infantes de la época. Sí, sí, yo también vi algún capítulo que otro aunque ahora me haga el duro.

Sólo por curiosidad. ¿Creen que es coincidencia que los colores de Optimus Prime sean los mismos de Superman - amarillo incluido - con esa combinación de azul y rojo tan frecuente en los cómics americanos - también Spiderman? Pues por supuesto que no. Azul y rojo, colores principales de la bandera americana decoraron el camión más patriota de la historia de la automoción, a pesar de que, una vez más - y no miro para ningún Super-no-hombre - ni siquiera fuera de este planeta.

El gran líder Autobot a quien Michael Bay ha convertido algo así como en una escultura de acero postmodernista o un graffiti de alambres es el gran héroe de esta saga. Un héroe tipo a pesar de su apariencia de ingenio futuro, con todos los tópicos que recaen habitualmente sobre el bueno de una saga épica. Una saga en la que una vez más se nos cuenta, de una forma u otra, que los robots nos superarán y ¡ay de nosotros! que estaremos indefensos ante las máquinas pensantes.

Un futuro que tal vez acabe llegando algún día, pero de momento como no nos llegue de golpe desde otro planeta al menos por nuestra mano aún le queda un largo trecho por recorrer para que sea siquiera ni imaginable; aunque dicen los organizadores de RoboCup - escalofríos me da el parecido fonético con Robocop - que en 2050 será posible que un equipo formado por robots le gane al futbol a un equipo de humanos. Yo lo veo harto complicado, para qué negarlo. Con jugadores como Pelé que aún a sus años sigue sin necesitar viagra ¿cómo van a ganar unos cacharros de hojalata?

Bueno, y una vez contado todo esto, hale, les dejo que me voy a trabajar, que ya es miércoles, el trabajo se acumula y este fin de semana no quiero llevarme trabajo a casa que hay una película que hay que ir a disfrutar al cine.

Saludos.

3 comentarios:

HECTOR dijo...

Yo tengo muchas ganas de verla, aunque he leído por la red, que es bastante mala, no se, espero que se equivoquen.

Anónimo dijo...

La verdad es que me das pena, siento mucho que te moleste o no te gustase las series de entonces (estoy hablando de todas en general), que trasmitian valores que lamentablemente se estan perdiendo. Supongo que estaras mas a favor de series tan profundas como al salir de clase, Un paso adelante, y un gran etc. Lo siento a mi me gustan mucho mas esas series que las actuales, puede que sea porque me gustan mas los colores azul y rojo (patrioticos como tus los llamas)a los musculitos y perilla del actor de UPA, pero ya sabes entre gustos...

Aldros dijo...

Entras en un blog, lees algo que no te gusta y sueltas "la verdad es que me das pena" insultando así, faltando al respeto a una persona a la que no conoces de nada y lo haces con un anónimo y encima vas presumiendo de los muchos valores que aprendiste de unas series de televisión. ¿Me puedes decir qué serie de televisión de los 80, esas que tu mismo has defendido, te enseñó a comportarte así?

Hay que estar muy aburrido en la vida para ir dándoselas de listo y presumiendo de valores a golpe de "me das pena"... Tu sí que me has dado un poquito de penita. Un poquito tan sólo... No creas... Podré dormir esta noche y todo... a pesar de la penita que me has dado.